viernes, 3 de septiembre de 2010

No pido nada más que estar entre tus brazos.

Y aquí estoy de nuevo, como un idiota, frente a una pantalla esperando a cruzar alguna palabra con vos. Y esperaré por el resto de la noche, solo para saber como estás, si has llorado o reído.
Pero nunca llegaste, nunca reíste, nunca lloraste.
Ahora intento dormir más seguido, así podré verte.

No hay comentarios: