jueves, 24 de febrero de 2011

veinticuatro

Mirando a lo lejos parece que el río y el horizonte fuesen uno. No faltaba mucho para que acabara la tarde. El gris plomizo de las nubes se fundía en el marron claro del agua.
Todo estaba en calma.
Ni el agua se movia en la orilla, donde el río se hace barro. [...]
Es increible como cambiaba todo.
La última vez era tan distino; el río, los árboles, las piedras.
Me senté en una piedra a un par de metros del agua. Desde ahí con la vista en el río parece que no hubira nada más en el mundo, solo la extensión marron interminable y yo.
Hay muchos que piensan que nuestro destino ya esta escrito, que ninguna de nuestras acciones es fruto del azar, que nada de lo que hagamos puede modificar nada. Me cuestra creerlo.
Me cuesta creeer que toda esta confusión es solo producto del destino.
Me gustaría que mi todo volviera a estar en orden, tranquilo como hoy esta el río.
No sentirme tironeado por obligaciones y deberes, que no se si son correctos.
Pero ¿qué es lo correcto? [...]

El viento se levantaba con fuerza, el río, antes quieto, ahora se agita y me moja los pies. Vuelan hojas y ramas. Tengo que irme antes que llueva si no quiero empaparme.

Tal vez así sea mi destino. Calmas y tormentas.



lunes, 21 de febrero de 2011

XXV



- Uno de los motivos porque quiero tanto a este perro es por sus ojos. Desde que estoy enfermo la gente me mira de distintas maneras. En los ojos de algunos veo temor, en los de otros intolerancia. En los de la abuela veo lástima. En los de papá enojo y verguenza. En los de mamá miedo y reproche. En tus ojos curiosidad y misterio, a menos que creas que mi enfermedad no tiene nada que ver con que estemos juntos en este momento. Los únicos ojos que me miran igual, en los únicos ojos que me veo como soy, no importa si estoy sano o enfermo, es en los ojos de mi perro. En los ojos de sacha.

domingo, 20 de febrero de 2011

un giorno

Soltar todo y largarse, que maravilla


y lanzarse al camino pisando arcilla,


destino a las estrellas resplandecientes.


Soltar todo y largarse.


Que fascinante...

7

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca entreabierta, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibujo a en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

sábado, 19 de febrero de 2011

febrero

Harto ya de estar harto, ya me cansé
de preguntarle al mundo por qué y por qué.
La rosa de lso vientos me ha de ayudar
y desde ahora vas a verme vagabundear,
como una cometa de caña y de papel.
me iré tras una nube, pá serle fiel
a los montes, los rios, el sol y el mar.
A ellos que me enseñaron el verbo amar.
No llores por que no me voy a quedar,
me diste lo que tu sabes dar.
La sombra que en la tarde da una pared
y el vino que me ayuda a olvidar mi sed.
Que mas puede ofrecer una mujer...
Es hermoso partir sin decir adios,
serena la mirada, firme la voz.
Si de veras me buscas ,me encontrarás,
es muy largo el camino para mirar atrás.
Qué más da, qué más da, aquí o allá...